El encuentro arrancó favorable al helvético, quien más seguro con el saque con su rival (57 contra 46% de efectividad), no entregó nunca su servicio y concretó un quiebre para llevarse sin problemas el primer parcial.
Con el 1-0 parecía que Federer se quedaría fácilmente con su sexto título sobre el césped de Halle. Sin embargo, el de Oceanía no bajó los brazos. Mostrando de a ratos su mejor tenis y un juego más agresivo, Hewitt consiguió llevar el segundo set al tie break, en el que se impuso con gran autoridad.
La confianza del australiano le permitió sacar ventaja rápido en la manga decisiva y ponerse 3-1 arriba. Federer, cada vez más desconcentrado y nervioso, no pudo aprovechar el único break point que tuvo, cuando el de Adelaida sacaba para partido en el 10º game. Así, Hewitt cerró el match, tras dos horas y 21 minutos, y sumó el 28º título de su carrera (el primero en este torneo).
El suizo, que había ganado 77 de sus últimos 78 partidos sobre césped (sólo había perdido la final de Wimbledon 2008), deberá recuperarse rápidamente y continuar su preparación de cara al tercer Grand Slam de la temporada, en el que deberá defender el título.
El nuevo campeón no tuvo problemas en admitir la clave de su victoria: "Tuve un poco más de suerte que él". Sin embargo, el suizo reconoció: "Hewitt jugó un partido fantástico y mereció ganar".
Foto: Reuters
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