Djokovic, el nuevo rey de París

En un partido muy intenso y cambiante, Novak Djokovic se quedó con el título del BNP Paribas Masters 1000 de París al derrotar al francés Gael Monfils, 15º preclasificado, por 6-2, 5-7 y 7-6 (3), tras dos horas y 43 minutos de juego. El serbio, tercer favorito del certamen, obtuvo así su primer trofeo de la temporada en torneos de esa categoría: había caído en las finales de Miami, Monte Carlo, Roma y Cincinatti.

El primer set fue todo del nuevo campeón, que manejó el juego a su antojo. Nole aprovechó que a Monfils le costó meterse en el partido y, en media hora, se apropió del primer parcial, gracias a un buen porcentaje de puntos ganados con su servicio (88%), a un gran juego defensivo y a dos quiebres que le permitieron marcar la diferencia en el marcador.

La superioridad del serbio se mantuvo en los primeros juegos del segundo set. Recién en el quinto game, el francés tuvo su primer break point, cuando ya estaba 1-3 abajo. El galo consiguió el quiebre, lo confirmó e igualó el marcador. A partir de ese momento el partido se niveló: Mofils se soltó y comenzó a presionar a Djokovic, que empezó a cometer más errores no forzados (llegó a sumar 21, en contra de los 6 del primer parcial). En el 11º game, el local se quedó nuevamente con el saque de su oponente (6-5) y luego cerró el set sin problemas.

Al comienzo del último parcial, el más cambiante de los tres, parecía que Nole recuperaba el control del encuentro, con un quiebre tempranero en el segundo juego. Sin embargo, Monfils no le permitió confirmar el break y marcó el 2-1. En el game siguiente, Djokovic recuperó su servicio y luego se puso 4-1. El francés, más inestable, pasó en el sexto juego de dos aces (30-0) a dos dobles faltas (para el 30 iguales), y a un nuevo punto de saque y un gran servicio (para poner el 4-2). Una doble falta del serbio le permitió a Monfils recuperar su servicio y empatar el marcador en 4. Desde ese momento, con los dos jugadores muy nerviosos, fue un game para cada uno hasta llegar al tie break, en el que el serbio se impuso por 7-3.

Al final, la energía del francés y el apoyo incondicional del público local no fueron suficientes para doblegar al número tres del mundo. Sin embargo, más allá de la derrota, este fue un gran torneo para el galo, que sólo había alcanzado los octavos de final en un Masters 1000 en esta temporada. En tanto Djokovic, que venía de coronarse en Basilea la semana pasada, llegará de la mejor manera a Londres, para disputar el Barclays ATP World Tour Finals.

Foto: Zimbio Magazine