En 1973, la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) lanzó oficialmente el sistema de ranking de jugadores, y el 23 de agosto de ese año, Ilie Nastase se transformó en el primer número uno de la historia. El rumano permaneció en esa posición durante 40 semanas, hasta el 3 de junio de 1974, cuando le cedió la cima al australiano Jhon Newcombe.
El Bufón de Bucarest es recordado no solo por su gran talento y juego creativo y vistoso, sino también por su particular comportamiento dentro de la cancha, sus conversaciones con el público y sus peleas con los jueces. De piernas largas y atléticas que le permitían llegar a todas las pelotas, Nastase se adaptaba rápidamente a las diferentes canchas y mostraba igual facilidad para el juego en la red en el césped y para el juego de fondo en las superficies lentas. El rumano se caracterizaba, entre otras cosas, por poseer un servicio con muchas variantes, una excelente devolución, y una gran capacidad para mandar la pelota fuera del alcance de su oponente.
A menudo su temperamento le hacía perder la concentración y le valió varias suspensiones, multas y descalificaciones. Sin embargo, su gran talento lo llevó a ganar 57 títulos a lo largo de su carrera (desde 1969 hasta 1985), entre ellos dos Grand Slam: el US Open en 1972 y Roland Garros en 1973 (video).
domingo, 23 de agosto de 2009
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