El segundo Grand Slam del año llegaba con dos puntos de atracción. Por un lado, Rafael Nadal buscaba el pentacampeonato de manera consecutiva, mientras que por el otro, Roger Federer, en ese momento el 2 del mundo, iba en la conquista del último torneo importante que le faltaba en sus vitrinas, como así también buscaba igualar la marca de 14 Grand Slams, que hasta ese entonces era propiedad del estadounidense Pete Sampras.
Pero en este 2009, el destino no quiso que los dos mejores tenistas se enfrentasen en el partido decisivo. Por lo que la suerte decidió darle un guiño a Federer con la eliminación del campeón defensor en octavos de final a manos del sueco Robin Soderling, a la postre finalista del torneo. Sin embargo, a pesar de que el horizonte se le hizo más fácil de divisar al suizo, un tal Juan Martín Del Potro lo puso en jaque y casi le da mate en una de las semifinales del torneo.
A pesar del susto, el número 1 del mundo salió airoso de aquella final anticipada ante el argentino, y en el partido decisivo no tuvo inconvenientes para vencer a Soderling por 6-1, 7-6 (1) y 6-4 y así consolidarse como el único tenista de la década que ganó los 4 Grand Slams (el último había sido Andre Agassi en 1999).
Las imágenes del torneo
Rafael Nadal se retira cabizbajo del Philippe Chatrier. El campeón defensor perdía por primera vez en París, donde estuvo invicto a lo largo de cuatro años. Robin Soderling le ponía fin a un Rafa que comenzaba a sentir molestias físicas que lo obligarían a descansar gran parte del segundo semestre para recuperarse y volver a ser protagonista de los torneos grandes.
El mejor partido
Sin duda alguna, la semifinal entre Federer y Del Potro fue el mejor partido del torneo. Por la instancia, porque el suizo sabía que sin Nadal era la gran oportunidad y porque el de Tandil finalmente le perdió el respeto al mejor tenista del planeta, poniéndolo contra las cuerdas en un ajustado 6-3, 6-7 (2), 6-2, 1-6 y 4-6.
Sin duda alguna, la semifinal entre Federer y Del Potro fue el mejor partido del torneo. Por la instancia, porque el suizo sabía que sin Nadal era la gran oportunidad y porque el de Tandil finalmente le perdió el respeto al mejor tenista del planeta, poniéndolo contra las cuerdas en un ajustado 6-3, 6-7 (2), 6-2, 1-6 y 4-6.
El mejor punto
Por la tercera ronda, se veían las caras el local Gael Monfils y el austríaco Jurgen Melzer. Con un set por lado, el francés buscaba el quiebre en el quinto game del tercero, el cual conseguiría tras dos salvadas increíbles, ganándose la ovación del estadio y el reconocimiento por parte de su rival.
La presencia argentina
Trece tenistas de nuestro país accedieron al cuadro principal del Abierto de Francia. El que más lejos llegó fue, sin duda alguna, Juan Martín Del Potro, quien accedió hasta las semifinales.
En lo que respecta al resto de los jugadores, sólo Máximo González llegó a tercera ronda, en donde fue eliminado por el español Tommy Robredo. Los demás cayeron en segunda o en primera fase, producto de que el sorteo no fue benévolo con nadie.
Al segundo partido llegaron: Diego Junqueira (eliminado por Nikolay Davydenko), Martín Vassallo Argüello (superado por Igor Andreev), Juan Mónaco (derrotado por Jo-Wilfried Tsonga), Leonardo Mayer (vencido por Tommy Haas) y finalmente José Acasuso (despedido del torneo a manos de Roger Federer)
Los que no superaron el debut fueron: Agustín Calleri (perdió ante Nicolás Almagro), Juan Ignacio Chela (ante Andy Murray), Gastón Gaudio (frente a Radek Stepanek), Brian Dabul (vencido por Sergiy Stakhovsky), Sergio Roitman (ante Jurgen Melzer), y por último, Eduardo Schwank (frente a Guillaume Ruffin)
No hay comentarios:
Publicar un comentario