

Con una demostración de aviones militares se iniciaba el partido decisivo del US Open 2009. Los protagonistas: el favorito y cinco veces campeón, Roger Federer, y el argentino Juan Martín Del Potro, que debutaba en una final de Grand Slam


Al principio del encuentro, se daba la lógica de la previa: Delpo muy nervioso, no le encontraba la vuelta al partido


Mientras tanto, el suizo, mucho más relajado, aprovechaba la inexperiencia del argentino y se ponía rápidamente en ventaja


De a poco, el tandilense se empezaba a meter en el partido, la frustración se tranformaba en festejos y se metía al público en el bolsillo


Del otro lado de la red, Federer comenzaba a ver como su reinado de cinco años en Flushing Meadows llegaba a su final y descargaba la impotencia con el juez de silla



Mientras Federer trataba de encontrar una explicación a lo que acababa de pasar, Del Potro se abrazaba con su cuerpo técnico en las tribunas


Una imagen inusual: el suizo miraba el trofeo de lejos. La copa quedaba en manos de un argentino. El número uno reconocía: "Tuve un gran torneo, pero él fue el mejor"

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