No hay caso, en el circuito femenino manda la número 1 del mundo; y en
Wimbledon no hubo excepción: la que festejó nuevamente fue la estadounidense Serena
Williams. La morena venció sin problemas a la rusa Vera
Zvonareva, a quien derrotó por un claro
6-3 y 6-2 en apenas 77 minutos de partido.
Ninguna de las diez primeras, a excepción de la líder del circuito, llegó hasta la fase decisiva por el trofeo del torneo británico. Sin embargo, la norteamericana avanzó todas las etapas sin mayores inconvenientes, llegó hasta la final y revalidó el título obtenido en el 2009. Por cuarta vez en su carrera como profesional, la campeona en el césped inglés obtuvo su segundo
Grand Slam del año (en enero fue la ganadora del
Australian Open).
Con respecto al juego,
Zvonareva tuvo un 75% de primeros servicios, una cifra mayor que su rival. Aunque
Williams fue mucho más efectiva, ya que ganó el 94% de los puntos que jugó con sus primeros saques (31 de 33; contra sólo el 63% de la rusa). Además, Serena no le dio
chances de quiebre a su oponente y concretó tres de las siete que tuvo.
A pesar de haber arrancado el encuentro algo nerviosa, la norteamericana de a poco fue tomando las riendas del
match y, con un quiebre en el octavo
game, se quedó con el primer parcial tras 36 minutos. En la segunda manga,
Williams salió a imponer un juego más agresivo, sobre todo en la red, lo que le permitió concretar dos
breaks y sellar el resultado con mucha autoridad.
Zvonareva aún tiene una oportunidad
para no irse de
Wimbledon con las manos vacías, ya que más tarde buscará la corona de dobles junto a su compatriota
Elena Vesnina. Las rusas chocarán con la estadounidense
Vania King y la
kazaja Yaroslava Shvedova.
Foto:
Zimbio Magazine
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