Un arranque muy equilibrado ofrecieron ambas jugadoras, quienes disputaron a lo largo de 24 minutos, los primeros cuatro games.
Clijsters fue la que sufrió primero para mantener su servicio, en donde tuvo que defender cuatro break points, que le impidieron a su rival obtener una ventaja. Luego, fue la rusa quien salvó dos quiebres en contra, lo que le permitieron establecer el dos iguales.
Sharapova logró mantener la paridad, y en el quinto juego se quedó con el primer break del partido, tras una doble falta de su rival, que determinó un 3-2 a su favor.
La ventaja fue clave para el desarrollo del primer parcial, debido a que los tres games siguientes fueron para la rusa, quien se llevó el set inicial - después de 42 minutos - por un claro 6-2.
En el segundo, el inicio fue similar para ambas, aunque a diferencia del primero, los quiebres se concretaron. Clijsters se adelantó 2-0; y luego, Sharapova empató el marcador.
Más tarde, fue la rusa la que logró establecer la diferencia que, entre otras cosas, le permitió llegar al noveno juego, con una ventaja de 5-3.
La belga sintió la presión a la hora de sacar, y tras salvar tres matchs points, fue salvada por la lluvia, que obligó a suspender el partido temporalmente, cuando el encuentro estaba 40-40.
Al volver las dos jugadoras a la cancha, Clijsters comprendió que estuvo muy cerca de perder. Por ello, fue que salió con todo para llevarse el set en el tramo final de la manga, que tuvo a cada una ganando su servicio, lo que determinó que el parcial se definiese en un tie break, que culminó 7-4 a favor de la belga, quien revirtió un 0-3 inicial.
Clijsters hizo valer su experiencia, tras la suspensión. La prueba de ello fue el tercer set, en donde el 6-2 a su favor fue más que contundente. A pesar de que en el último game, Sharapova levantó un 0-40, y dispuso de una oportunidad para quebrar.
Así, la campeona obtuvo su tercer título del 2010. Anteriormente a este torneo, la belga festejó en los WTA de Brisbane, Australia; y de Miami, Estados Unidos.
Foto: Reuters.com
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