Finalmente, se dio la lógica en la final ideal del ATP 250 de Brisbane. Robin Soderling, máximo favorito del certamen australiano, se quedó con el título al derrotar al segundo preclasificado y campeón defensor, Andy Roddick, por 6-3 y 7-5, tras una hora y 34 minutos de juego. El sueco consiguió el séptimo trofeo de su carrera profesional; y, desde mañana, volverá a aparecer en el cuarto lugar del ranking, puesto que había alcanzado ya a fines de la temporada pasada.
Soderling supo manejar el partido y ponerle un freno a la mejor arma del estadounidense: su potente saque. Esa fue una de las claves para su victoria. Con un juego agresivo desde el fondo de la cancha, el escandinavo neutralizó, por momentos, el servicio de su rival, lo que le permitió disponer de diez chances de quiebre, de las que concretó dos, una en cada set.
Además, Robin estuvo muy seguro con su propio servicio: sumó 16 aces y jugó con el 72% del primero, con el que ganó el 90% de los puntos que disputó. Roddick no se quedó atrás. Con 12 puntos de saque y 33 de 44 puntos ganados con su primer servicio, el norteamericano fue un duro rival, sobre todo en el segundo set. Al final, el planteo inteligente del sueco fue demasiado para el norteamericano, quien no pudo retener el título de la edición pasada.
Así, Soderling se coronó campeón por primera vez en tierras australianas, sin entregar un sólo set en todo el torneo. El último festejo del sueco en el circuito había sido en noviembre pasado, cuando se llevó el trofeo del Masters 1000 de París, tras vencer en la final al francés Gael Monfils. "Jugué realmente bien y me gusta haber conseguido buenos resultados en Australia, algo que no pude lograr antes", analizó el nuevo campeón tras el partido. "Ahora me espera una semana de entrenamiento y preparación para ir a Melbourne. Voy a estar listo para el Abierto”, concluyó.
Cuadro de singles masculino de Brisbane
Foto: Yahoo Deportes
Soderling supo manejar el partido y ponerle un freno a la mejor arma del estadounidense: su potente saque. Esa fue una de las claves para su victoria. Con un juego agresivo desde el fondo de la cancha, el escandinavo neutralizó, por momentos, el servicio de su rival, lo que le permitió disponer de diez chances de quiebre, de las que concretó dos, una en cada set.
Además, Robin estuvo muy seguro con su propio servicio: sumó 16 aces y jugó con el 72% del primero, con el que ganó el 90% de los puntos que disputó. Roddick no se quedó atrás. Con 12 puntos de saque y 33 de 44 puntos ganados con su primer servicio, el norteamericano fue un duro rival, sobre todo en el segundo set. Al final, el planteo inteligente del sueco fue demasiado para el norteamericano, quien no pudo retener el título de la edición pasada.
Así, Soderling se coronó campeón por primera vez en tierras australianas, sin entregar un sólo set en todo el torneo. El último festejo del sueco en el circuito había sido en noviembre pasado, cuando se llevó el trofeo del Masters 1000 de París, tras vencer en la final al francés Gael Monfils. "Jugué realmente bien y me gusta haber conseguido buenos resultados en Australia, algo que no pude lograr antes", analizó el nuevo campeón tras el partido. "Ahora me espera una semana de entrenamiento y preparación para ir a Melbourne. Voy a estar listo para el Abierto”, concluyó.
Cuadro de singles masculino de Brisbane
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