Un inicio muy equilibrado, en cuanto a los números, por parte de los dos protagonistas de este encuentro, quienes pelearon mano a mano cada punto del parcial. Aunque las emociones llegaron sobre el final, cuando Cuevas dispuso de dos sets points en el décimo game, los cuales Chucho pudo salvar con mucho sacrificio. El esfuerzo por haber levantado esa situación adversa, hizo que el argentino quebrase, minutos después, para adelantarse 6-5; sin embargo, el misionero se quedó incomprensiblemente en su juego, y al instante cedió su saque, lo que posibilitó un tie break que terminó 7-2 para su rival.
Como si fuera poco lo que ocurrió en el primer set, Cuevas golpeó rápidamente y se adelantó 2-0 en el segundo, en una acción que rápidamente lo puso contra las cuerdas al argentino, quien tuvo que salir a buscar la igualdad. El Oriental estuvo a un paso de colocarse 5-2, pero no logró concretar el break, mientras que Acasuso casi recupera el quiebre, tras disponer de chances para ponerse 3-4. Todo parecía terminado, pero Chucho - en el momento menos esperado - realizó un décimo juego espectácular, en el que igualó a cinco el marcador. A partir de ahí, el uruguayo se desastabilizó, y entregó la manga por 7-5.
Con más de dos horas de partido, el cansancio comenzó a aparecer en algunos puntos del juego. Por ello, era casis seguro que cualquier desnivel iba a ser muy difícil de remontar para alguno de los protagonistas. Así, Acasuso se puso 3-1 arriba (quiebre de por medio) y se encaminó derecho al triunfo, debido a que Cuevas jamás pudo recuperarse, por lo que fácilmente cedió el set decisivo por 6-1.
Como si fuera poco lo que ocurrió en el primer set, Cuevas golpeó rápidamente y se adelantó 2-0 en el segundo, en una acción que rápidamente lo puso contra las cuerdas al argentino, quien tuvo que salir a buscar la igualdad. El Oriental estuvo a un paso de colocarse 5-2, pero no logró concretar el break, mientras que Acasuso casi recupera el quiebre, tras disponer de chances para ponerse 3-4. Todo parecía terminado, pero Chucho - en el momento menos esperado - realizó un décimo juego espectácular, en el que igualó a cinco el marcador. A partir de ahí, el uruguayo se desastabilizó, y entregó la manga por 7-5.
Con más de dos horas de partido, el cansancio comenzó a aparecer en algunos puntos del juego. Por ello, era casis seguro que cualquier desnivel iba a ser muy difícil de remontar para alguno de los protagonistas. Así, Acasuso se puso 3-1 arriba (quiebre de por medio) y se encaminó derecho al triunfo, debido a que Cuevas jamás pudo recuperarse, por lo que fácilmente cedió el set decisivo por 6-1.
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