La campeona defensora y la finalista del primer Grand Slam del año decidirán este Roland Garros. Ambas impusieron su jerarquía y vencieron a dos muy buenas rivales. Ahora, las dos estarán cara a cara en el último encuentro de las mujeres en este 2011.
Francesca Schiavone [5] cerró el día con un triunfo por 6-3 y 6-3 ante la francesa Marion Bartoli [11], la tenista en quienes depositaban sus ilusiones los locales, ansiosos de ver a una jugadora de su país consagrarse en Paris (la última fue Mary Pierce en el 2000). La tana fue superior en todo momento y superó con autoridad a su adversaria, que si bien aprovechó y quebró en la única chance que tuvo, no pudo aguantar el ritmo de su rival, quien le quitó el saque en cuatro sobre seis oportunidades. Además, la quinta sembrada jugó por encima del 70% su segundo servicio, lo que fue clave para el desarrollo final del encuentro.
Así, en una hora y media de partido el mismo llegó a su fin y la italiana nuevamente está en la final de un Grand Slam, en búsqueda de repetir lo hecho en 2010, cuando superó en el juego decisivo a la australiana Samantha Stosur. Aquella vez fue una sorpresa y un asombro hasta para la propia jugadora, ahora es diferente, porque el favoritismo se posará en ella.
Su rival será la china Na Li [6], quien logró un muy buen triunfo ante la rusa María Sharapova [7] por 6-4 y 7-5. La asiática también tendrá su presión en esta final, ya que cargará con la mochila de evitar perder su segunda final de Grand Slam consecutiva, puesto que este año fue derrotada en el Australian Open por la belga Kim Clijsters. Aquella vez se mostró muy feliz pese a haber perdido, por el hecho de que era su primera final, pero ahora tiene que ganar para evitar crearse un karma con respecto a los juegos por el título.
En cuanto al partido, si bien Li jugó de manera sencilla y no deslumbró con sus golpes, lo cierto es que Sharapova colaboró bastante para su victoria. La rusa cometió 10 dobles faltas en todo el encuentro y muchas de ellas fueron claves para regalar puntos que inclinaron la balanza a favor de la china. Sin ir más lejos, el cierre del match estuvo a cargo de la séptima sembrada, quien dejó la pelota en la red y le facilitó el triunfo a su adversaria, que también hizo sus méritos porque en ningún momento mostró fisuras en su tenis.
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