El serbio perdió en las semifinales del ATP 500 de Basilea, Suiza, con el japonés Kei Nishikori, quien le ganó por 2-6, 7-6(4) y 6-0. El público se mostró disconforme por la labor del número 1, quien pidió asistencia por un dolor en la espalda pero que en el tercer parcial se mostró muy quieto y mansamente entregó el set, en lo que terminó significando su cuarta derrota en el 2011.
Novak Djokovic venía de seis semanas de ausencia en el circuito, tras la lesión que sufrió en las semifinales de Copa Davis ante Argentina. El balcánico había llegado muy forzado y tuvo que salir a jugar de manera obligada para tratar de torcer la historia. Sin embargo, su molestia en la espalda se agravó y debió abandonar, al punto que se retiró de la cancha ayudado por sus compañeros.
Luego de ello, el serbio volvió a la actividad en Basilea y alcanzó la anteúltima etapa. Pero esto quedó empañado, al menos para el público presente en la ciudad suiza, debido a que se mostraron muy disconformes por la displicencia con la que Nole jugó el último set frente a un Nishikori que hizo un papel regular y que de manera merecida se llevó el triunfo y el pase a la final del certamen.
Djokovic pidió asistencia durante el juego, pero pudo continuar igual. Así, el balcánico jugó hasta el final, pero al perder el segundo parcial bajó los brazos y sin oponer resistencia le entregó el último set al asiático, quien le ganó por 6 a 0, algo que no le ocurría al actual líder del ranking desde Indian Wells 2010, cuando cayó frente a Mardy Fish. Esto el público lo tomó como una actuación sin interés de parte del campeón en la edición 2009, quien se fue rápido de la cancha y bajo un silbido general.
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