Djokovic, el nuevo e indiscutido Rey de Wimbledon

El trofeo y el número uno. No podía pedir más Novak Djokovic, quien vivió una semana de inmensas emociones en Wimbledon. Dos días después de haberse adueñado del primer lugar del ranking, Nole alcanzó su primera consagración en el Abierto británico, al superar en la final nada menos que a Rafael Nadal, defensor del título. El serbio jugó un partido increíble; superó al español por 6-4, 6-1, 1-6 y 6-3, en casi dos horas y media de juego; y se coronó campeón del tercer Grand Slam de la temporada.

Djokovic sumó, así, el tercer título en un torneo de esta categoría, el octavo del año y el 26º de su carrera. Además, con la victoria de hoy, rompió la hegemonía de ocho años de Nadal y Roger Federer en el tradicional certamen; y le cortó al español una racha de 20 triunfos consecutivos sobre el césped inglés.

El primer set del encuentro resultó -como era de esperarse- muy intenso y parejo. Los dos comenzaron el partido muy seguros con sus servicios, aunque el español fue más efectivo: 81% de su primer saque, con 17 de 22 puntos ganados, contra 65% y 14 de 17 de su rival. Sin embargo, el serbio jugó más agresivo y consiguió dos tiros ganadores más que el mallorquín (9). La paridad se mantuvo hasta el último game del parcial, en el que Nole concretó el único break point de la manga y puso el 6-4.

Con la ventaja en el marcador, Djokovic salió a disputar el segundo set muy enchufado y se hizo dueño absoluto del juego. El serbio estuvo intratable. Mejoró muchísimo con su saque (88% de puntos ganados con el primero, cuatro aces y ninguna chance de quiebre en contra); y continuó atacando y marcando el ritmo de juego frente a un Nadal irreconocible. Al español no le salió nada bien. Aunque metió el 81% de sus primeros servicios, sólo ganó 7 puntos con su saque (6/13 con el primero y 1/6 con el segundo). El mallorquín se fue totalmente del partido y Nole aprovechó para concretar las dos oportunidades de quiebre que tuvo y cerrar el set, con un impecable juego de servicio, por 6-1.

A pesar de todo, Rafa no se desanimó ni dio el partido por perdido; y con mucha actitud, tomó las riendas del match en el tercer set. El serbio no pudo mantener el alto nivel que había mostrado en los primeros capítulos. El mallorquín volvió a ganar efectividad con su saque, presionó constantemente con su potente drive y supo aprovechar los errores que cometió su adversario, en especial con la derecha. Rafa sacó ventaja temprano, con un quiebre en el segundo game, en su primer break point del match; y amplió la diferencia en el sexto. Luego, con mucha autoridad, marcó el 6-1.

El cuarto parcial arrancó otra vez mejor para Nadal, que tuvo una chance para quedarse con el servicio de su rival en el primer game, pero la dejó pasar. Eso pareció despertar al serbio, quien respondió con un break en el juego siguiente. A partir de allí, el partido recobró la intensidad que había tenido en el capítulo inicial. Rafa no bajó los brazos y recuperó el saque enseguida, para ponerse 2-2. Pero Djokovic volvió a quebrar y se puso 5-3. En el noveno game, que se jugó en medio de un clima de mucha tensión, el serbio selló el resultado y cerró una semana perfecta sobre el césped de Wimbledon.

Cuadro de singles masculino de Wimbledon

Foto: Yahoo Sports