Rafa salió a la cancha muy concentrado y estuvo intratable desde el inicio del set. Con un sólido juego de saque (91% de puntos ganados con el primero) y un drive imparable, el español ganó los cuatro primeros games. Recién en el quinto juego, Roddick logró romper el cero. El americano intentó marcar diferencias con su potente servicio, pero poco pudo hacer ante el gran nivel del mallorquín, quien mantuvo la diferencia lograda en los primeros juegos y se llevó el parcial.
El español se afianzó aún más con su saque en la segunda manga: perdió un punto de los 13 que jugó con su servicio. Mientras Nadal crecía y dominaba el juego desde la línea de base, Roddick parecía cada vez más incómodo. El norteamericano ni siquiera pudo sacarle provecho a su mejor arma: ganó el 42% de los puntos que disputó con el primero, el 30% con el segundo y sumó únicamente dos aces. El número dos del mundo concretó los tres break points que tuvo y cerró la manga en sólo 29 minutos.
Con la ventaja de dos sets en el marcador a favor del español, la reacción del local parecía imposible, sobre todo por lo que estaban mostrando los dos dentro de la cancha. Porque Roddick nunca le encontró la vuelta al tenis casi perfecto de su rival y terminó muy cansado; mientras que Rafa jugó su mejor partido en lo que va del campeonato, como si las idas y vueltas de los últimos días no lo hubieran afectado en lo más mínimo.
En el último parcial, la historia no cambió. Nadal sumó 3 aces, 13 tiros ganadores, 19 de 24 puntos con el primer saque y un quiebre, que le alcanzaron para sellar el resultado. Así, el mallorquín -único jugador que sigue en carrera que aún no cedió ningún set en el certamen- dio un paso más en la defensa del título que ganó el año pasado. Con la victoria de Rafa se completó -finalmente- el cuadro de semifinales masculinas del torneo, que tendrá a los cuatro mejores disputándose los boletos a la instancia definitiva.
Cuadro de singles masculino del US Open
Foto: Reuters
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